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Este artículo está centrado exclusivamente en el parto, en el nacimiento de Aran (mi primer hijo), para dejar reflejado como fue la vivencia y, especialmente, para explicar un proceso natural que marca mucho la recuperación posparto de la madre y la experiencia del bebé.

UN PARTO NATURAL Y RESPETADO

El parto fue natural y muy respetado. El dolor fue muy superior a lo esperado, no me había imaginado que llegaría a tal límite de sufrimiento, pero por lo demás, todo fluyó y fue un parto bastante «de manual». Un resumen de los detalles más significativos:

  • Expulsivo dentro del agua, 10h después de romper aguas
  • Comí y bebí durante durante el parto
  • Sin monitores fetales (solo escucha con doppler de vez en cuando en la fase final)
  • Pinzamiento tardío del cordón
  • Piel con piel des del inicio y todas las pruebas sin separarnos de él
  • Vitamina K pinchada
  • Sin profilaxis ocular.

INICIO DEL PARTO

Los días antes tenía la inquietud de si todo saldría bien e identificaría el inicio del parto, bajé el nivel de actividad física porque me encontraba rara e incómoda, aunque me mantuve activa en la piscina y paseos. Era la semana 38+3 que empecé con las primeras contracciones, las ráfagas. eran dolores tipo menstruales que aún no había identificado como tal porque pensaba que serian similares a las contracciones de «Braxton Hicks».

Ese mismo día solo fui a andar 2 veces unos 2km. Y, al día siguiente (7/5/22) a las 15h, 15′ después de relajarme en el sofá, rompí aguas. Llamamos a las matronas de Martorell y nos comentaron que de momento el centro de nacimientos estaba libre, pero que esperáramos 2-3h a ver como evolucionaba.

También al cabo de un rato, entre contracciones, saqué parte del tapón mucoso, gelatinoso y bastante trasparente:

DILATACIÓN LATENTE

Justo después de romper aguas, las contracciones fueron aumentando en intensidad y cada vez eran más frecuentes. En 1h ya tenía contracciones cada 3-4′, aun así nos decían que esperáramos 2h más para volver a llamar. Es difícil describir el dolor de las contracciones, se tiene que experimentar, pero te entran ganas de retorcerte.

Tres horas después de romper aguas (18:30) ya no podía más, eran bastante dolorosas y cada 2-3′, así que llamamos de nuevo para decir que ya íbamos. Yo iba bebiendo zumo de manzana porque no tenía hambre, pero necesitaba estar en condiciones para aguantar esa tarde / noche.

A las 19h llegábamos por la puerta de urgencias y pasamos a una sala para hacer PCR, monitores fetales y un tacto vaginal. Estaba dilatada de 3cm y progresando para el parto activo. Estuvimos 1h30′ pasando las contracciones allí y luego pasamos a la que seria nuestra habitación, dónde tenía ducha / agua caliente.

DILATACIÓN ACTIVA

Nos metimos en la ducha y con la ayuda de Uri, iba cambiando de posición y tirando agua caliente en la zona lumbar. Yo ya tenía ganas de ir a la bañera pero no era posible hasta llegar a los 5cm de dilatación, por si se frenaban las contracciones. Aguanté unas 2h allí (hasta las 22:30), las contracciones eran muy dolorosas, apareció un fuerte dolor lumbar, punzante y como eléctrico, además parecía que no había descanso entre ellas, el tiempo no pasaba y yo no me aguantaba más de pie. Seguía bebiendo zumo de manzana. Hubo un momento que me fui a la cama, me puse de lado para soportar las contracciones y avisamos a las matronas para ver si había dilatado suficiente.

Siete horas más tarde de romper aguas me hicieron el último tacto vaginal, ya estaba de 6cm, así que pasamos al centro de nacimientos con la bañera caliente y la cama enorme. Fue un alivio entrar y moverme con más facilidad por el efecto desgravante del agua. Nos dejaron espacio e intimidad, solo me preguntaron si tenía ganas de empujar, a mi me parecía que si pero llegó un momento en el que hice un cambio y eso si eran ganas de empujar, incluso también de vomitar.

FASE DEL EXPULSIVO

Allí ya se quedaron las matronas, para controlar la fase del expulsivo con el doppler. Fue incrementando hasta que fue muy bestia, me daba la sensación de querer «cagar» algo muy grande. También es difícil de explicar si no se vive, por esta razón ¡los pujos no se pueden practicar! era un reflejo tan natural…

La fase del expulsivo se hizo eterna y solo duró unos 30′, pero la fatiga y el dolor era demasiado grande, inimaginable, inexplicable, pensaba que me desmayaba, o que me partía en dos, no parecía que fuera posible sacar la cabeza por ese agujero. Entre contracciones me daba sensación de dormirme, en ese momento Uri me dijo que necesitaba comer o beber y me fue de maravilla tomarme otro zumo de manzana.

ALUMBRAMIENTO

Pusieron un espejo debajo para que ellas y Uri pudieran ver la salida, yo no estaba para mirar nada, incluso no quería tocar la cabeza, solo segía mi instinto y acompañaba los pujos. Parecía que no llegaba nunca el alumbramiento, las matronas y Uri me iban animando pero a mi me daba la sensación de que no avanzaba, parecía que salía pero volvía a entrar la cabeza. Era como ver la línea de meta, casi tocarla, y retroceder unos metros para volverlo a intentar, y así, varias veces.

Siguiendo el instinto y empujando lo que me pedía el cuerpo, el periné se iba dando. Aunque estaba más a gusto de cuclillas, me puse de cuatro patas porque era menos probable sufrir desgarros. Cuando por fin se asomó la cabeza, controlé la fuerza del empuje para evitar eso y poco a poco salió! Descansé, ya había pasado lo peor, y en la siguiente ráfaga salió el cuerpo entero.

1:20AM. 10h más tarde, Aran nacía dentro del agua. Lo cogieron y me lo pusieron encima enseguida. Un momento único, precioso, él bien calmado y con los ojos abiertos mirándonos.

Salimos de la bañera, nos quedamos en la cama haciendo piel con piel y, al cabo de poco, deslumbré la placenta con la ayuda y supervisión de las matronas. Me revisaron y solo había tenido dos laceraciones en los labios internos, sin necesidad de sutura.

EXPERIENCIA

No había preparado mucho este momento, confiaba en mi instinto i en mi cuerpo. Estaba acostumbrada a sufrir entrenando y compitiendo, esto podría haber ayudado a aguantar el dolor, las sensaciones de desmayo, de adormecimiento, de estar en un limbo entre consciente e inconsciente. Fueron unas sensaciones muy intensas y superior a lo esperado, sufrí y sentí mi cuerpo más que nunca.

Pero en resumen y visto desde lejos ¡Repetiría todo igual! A pesar del dolor experimentado, pero igual que en un IM, solo te acuerdas de las cosas bonitas. Bueno… no es bien bien así, pero creo que un parto natural y respetado marca la salud del bebe y de la madre, influye en el posparto física y psicológicamente.

CONSEJO GENERAL

CONFIAR.

  • Confiar en el equipo y lugar escogido para el parto
  • Confiar en el cuerpo, pensar que el bebé y la madre son un equipo, estar positiva y abierta a que pueden pasar cosas diferentes a lo previsto
  • Confiar en la pareja, que esté preparado y que ayude siempre que sea necesario, que esté al lado haciendo soporte físico y emocional, y que se encargue de todo el material y papeleo